El foco de COVID-19 de origen familiar detectado a mediados de la semana pasada en Vilalba (Lugo), que ya se ha extendido al municipio vecino de Xermade y que suma un total de seis positivos, está «controlado», según informan a Europa Press los alcaldes de ambos ayuntamientos.
La regidora de Vilalba –donde el brote afecta a cuatro personas–, Elba Veleiro, ha afirmado que de acuerdo con datos trasladados desde la Consellería de Sanidade este lunes todo continúa «igual». «Todo está muy controlado», ha asegurado.
Según sus palabras, la progresión del virus «ha sido mínima» dentro del círculo familiar afectado y el protocolo sanitario estableció los contactos para hacerles la preceptiva PCR en los últimos días, de las que todas «han dado negativo». No obstante, Veleiro ha confirmado que todavía «hay gente en cuarentena preventiva».
Por su parte, el alcalde de Xermade, Roberto García, también ha afirmado que «está todo bajo control» en este municipio en el que otras dos personas de la familia, que participaron en la misma comida, dieron positivo en las pruebas.
Además, García ha explicado que las personas con COVID-19 «están confinadas en sus casas» y sin «peligro de que se propague al resto de la población».