El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha prometido que a lo largo del mandato, pero no este año 2020, reducirá un 40 por ciento el impuesto municipal de vehículos de tracción mecánica, algo que «no se podrá hacer antes debido a la incertidumbre presupuestaria» tras la pandemia de la COVID-19.
Por esto mismo, a lo largo del ejercicio actual se mantendrá la misma tasa, pero la Concejalía de Hacienda, que dirige Ana Fernández Morenza, empezará a trabajar en su rebaja a partir de enero del 2021 con el objetivo de que sea efectiva en los dos últimos años de mandato –2022 y 2023–.
Tal y como explica Jácome, la reducción del 40 por ciento que se aplicará es «el máximo permitido por la ley», puesto que supone una eliminación del llamado cociente de aumento, que va «a discreción» de cada ayuntamiento. De esta manera, lo que se cobrará será lo mínimo fijado para toda España.
No en vano, el alcalde ourensano ha recordado que esta iniciativa fue «una reivindicación histórica» de Democracia Ourensana, su partido, puesto que es «algo posible y fundamental».
De hecho, Jácome confía en que esta medida «aumentará el censo municipal» de la capital provincial. De acuerdo con sus cifras, son «miles» las personas censadas en otras localidades «simplemente por ser el impuesto de vehículos más económico». Con la recuperación de la población, ha explicado a continuación, el Ayuntamiento aumentará los fondos recibidos por parte del Estado por habitante, «lo cual paliará la reducción de los ingresos del impuesto» rebajado.