Medios aéreos y terrestres, junto a drones, conformarán el dispositivo de lucha contra los incendios este verano en Galicia, según han informado desde la Delegación del Gobierno y la Xunta, cuyo vicepresidente, Alfonso Rueda, ha remarcado que se intensificará la vigilancia para prevenir delitos por parte de posibles incendiarios.
«Quemar el monte es un delito que se persigue», ha dicho antes de la reunión del Comité Integrado de Prevención de Incendios de Galicia (CIPIG), celebrada mediante videconferencia, con presencia también del delegado del Gobierno, Javier Losada, y del conselleiro de Medio Rural, José González.
Tras el encuentro, con presencia también de representantes policiales y del Ejército, así como de los ministerios implicados,el delegado del Gobierno ha informado de la presencia fija de más de una decena de medios aéreos del Ejecutivo en la Comunidad para la lucha contra incendios, además de en torno a 80 disponibles si es necesaria su presencia.
En este operativo, están implicados los ministerios de Defensa, Interior y Transición Ecológica a través de un convenio con la Xunta. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico desplegará, según sus previsiones iniciales, dos aviones anfibios de gran capacidad que estarán en el aeropuerto de Santiago de Compostela.
A ello, se sumarán dos aviones de carga en tierra en Xinzo de Limia (Ourense), dos helicópteros de transporte de brigadas de refuerzo (BRIF) en Laza (Ourense), una Unidad Móvil de Análisis y Planificación (UMAP) en la misma base y una Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF).
No obstante, aunque esos serán los medios fijos durante este verano, la Delegación del Gobierno aclara que dispone de 73 medios aéreos en el conjunto del Estado «que están disponibles si son necesarios». «De hecho, es habitual su presencia como ocurrió el año pasado, con numerosos refuerzos durante la fase final del verano», añade. También cuenta con más de 600 personas en global, que acudirán si es necesario.
PRESENCIA DEL EJÉRCITO
Por parte del Ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas trabajarán en la operación Centinela Gallego entre el 15 de agosto y el 30 de septiembre, con 27 patrullas terrestres y la posibilidad de despliegue de capacidades de vigilancia RPAS con drones durante la etapa de normalidad. En los momentos de riesgo desplegará hasta 50 patrullas y un helicóptero de vigilancia y en las de riesgo muy alto subirá hasta 75 patrullas y 2 helicópteros de vigilancia.
La Dirección General de Protección ha explicado todo el procedimiento para el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME), poniendo a disposición seis secciones en su base de León y ubicará 19 personas y cuatro vehículos en Figueirido (Pontevedra) entre el 1 de agosto y el 30 de septiembre, aunque podría aumentar el número.
Además de la UME, participan en el operativo la Brigada Galicia VII (Brilat) del Ejército de Tierra y el Tercio Norte de Infantería de Marina, en total con unas 460 personas para tareas de prevención, extinción o investigación.
El Ministerio del Interior, junto a la estructura de Protección Civil, pone a disposición la Policía Nacional y la Guardia Civil. Esta última se reforzará de forma específica con 39 personas, que se suman a las 3.000 dispuestas en Galicia, todas preparadas por si es necesario actuar frente a los incendios. Entre estas, hay 153 del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), 16 equipos de investigación y un helicóptero.
La Policía Nacional desplegará 400 personas en labores de prevención, 12 caballos, 12 personas de policía judicial, técnicos de desactivación de explosivos y un helicóptero con otras cuatro personas asignadas.
MÁS DE 300 MOTOBOMBAS
Sobre la reunión celebrada este miércoles, el viceprsidente de la Xunta ha recordado que se trata de un órgano de coordinación con la presencia de todos los organismos implicados en la lucha contra los incendios y pertenecientes a la Administración General del Estado y la Xunta de cara a la coordinación «en estos tres meses de alto riesgo de incendios que comenzamos este primero de julio y se extenderá hasta que termine septiembre».
También ha recalcado que se trata de una puesta en común de cara a la coordinación para la «lucha, prevención y vigilancia» con la implicación «de 7.000 personas» entre los propios y los del Estado, así como unos 30 medios aéreos y 360 motobombas, tal como se establece en el Plan de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia (Pladiga) para este año.
Entre las novedades principales, Rueda ha citado también el aumento del período de trabajo de los empleados fijos/discontinuos «de tres a seis meses» y que estarán «en tareas de prevención».
Asimismo, ha recalcado la vigilancia con diez drones más –que se sumarán a los dos del año anterior–, de forma permanente, «que estarán en el aire vigilando las zonas de especial riesgo y a personas que pudieran tener la tentación de prender fuego al monte».