La selectividad gallega logrará cifras ‘récord’ este año. El número de alumnos que ha formalizado la matrícula, que cerró el pasado viernes el plazo ordinario, se ha incrementado notablemente respecto al pasado año.
Los matriculados totales superan ya en 3.000 a los datos de la convocatoria de junio del pasado ejercicio, a la que optaban unos 11.500 estudiantes, según han trasladado a Europa Press fuentes de la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG).
Estas cifras representan un aumento del 26 por ciento respecto a 2019, incremento que se producirá en pleno operativo para intentar evitar aglomeraciones en los centros designados para celebrar las pruebas.
La diferencia entre ambas convocatorias (y también comparado con años anteriores) se encuentra en la dinámica registrada en este tercer trimestre y en la evaluación del curso académico.
El criterio del Ministerio de Educación y de las comunidades autónomas ha sido el fomento de la promoción de los alumnos, el repaso y la recuperación, lo que tradujo en un aumento de los aprobados. La CIUG explica que la mayoría de estos estudiantes se presentan a la fase voluntaria de las pruebas para subir nota (cerca de 2.000 alumnos.
EVITAR AGLOMERACIONES
Los exámenes se desarrollarán entre el 7, 8 y 9 de julio. Este año, debido a la crisis sanitaria, se multiplican las comisiones delegadas (serán unas 56), habrá menos alumnos por aula, los estudiantes estarán más distribuidos, y también se contará con muchos más docentes y vocales para vigilar el cumplimiento de las medidas de seguridad.
Santiago y A Coruña acogerán pruebas con módulos inferiores a 50 alumnos. En Vigo se realizará un modelo combinado por la mayor dispersión, de modo que algunas comisiones se ubicarán en pabellones o institutos comarcales para aprovechar el área de influencia y lugares de origen, como Tui o Ponteareas.
Cada lugar tendrá una organización específica, y contará con la colaboración de los ayuntamientos y las Diputaciones para realizar traslados de materiales y otras casuísticas.
El papel del profesorado será esencial durante la realización de los exámenes, y habrá una mayor dotación tanto para controlar los exámenes como el movimiento en pasillos, corredores, descansos y en el entorno del centro. La figura de los presidentes de las comisiones cobran así un mayor protagonismo este año, puesto que van a ayudar en el diseño del circuito de acceso al centro y el movimiento de personas en el inmueble.
PROTOCOLOS DE ACCESO
El alumnado accederá a las sedes formando colas manteniendo las distancia interpersonal y se realizará secuencialmente, y también habrá un control para acceder a los exámenes. Para las pruebas en sí, cada aula se organizara intentando dejar tres pupitres de separación por fila y de modo escalonado con respecto a los espacios de atrás.
También se ha alterado el horario y la distribución de las materias, mediante la distribución de las troncales, las que cuentan con mayor alumnado, en los dos primeros días.
Esta organización se verá acompañada, del mismo modo que en otro tipo de protocolos, de la consecuente distribución y dotación de materiales sanitarios. Cada sede tendrá geles, mascarillas de repuesto (serán obligatorias), cartelería e incluso bolígrafos desinfectados de substitución, además de relojes bien visibles para controlar el tiempo.
Los alumnos podrán llevar consigo sus efectos personales y mochilas, que estarán a la vista a su lado, y todos los aparatos electrónicos desconectados. También se ha descartado la apertura de comedores para evitar aglomeraciones, de modo que los aspirantes llevarán su propia comida y bebida en el caso de que no regresen a sus hogares durante el periodo intermedio y puedan utilizar los espacios del campus (sobre todo, aquellos situados al aire libre).