El ministro de Universidades, Manuel Castells, ha admitido que el aumento del presupuesto para becas y ayudas al estudio que el Gobierno ha preparado para el próximo curso es una «cantidad ridícula» en comparación con otras subvenciones, pero ha defendido los 100 euros adicionales que recibirán los estudiantes universitarios beneficiados «les ayuda» a afrontar sus estudios.
«No nos hemos arruinado, la verdad», ha dicho Castells este lunes en una comparecencia en el Senado en referencia a los 386 millones con los que se incrementará el presupuesto de las becas, un 22% más que el año pasado, como acordaron el Ministerio de Universidades y el Ministerio de Educación el pasado mes de mayo.
Castells ha acudido a la Cámara Alta para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento, también durante la crisis sanitaria del coronavirus, que provocó la suspensión de la docencia presencial en todas las universidades españolas el pasado mes de marzo.
El ministro de Universidades ha destacado tanto el incremento de las becas como el acuerdo entre comunidades para «congelar» los precios públicos como dos hitos de su gestión desde que asumiera el cargo a principios de año.
«Hoy en día no ir a la universidad es una condena para toda la vida», ha proclamado Castells para enfatizar que su ministerio tiene como objetivo «conseguir que el mayor número de población llegue a la universidad», sobre todo entre aquellas personas que no pueden afrontar los costes de la educación superior, a las que van dirigidas medidas como la reforma de becas y la reducción de tasas.
«Es por esas dificultades económicas de las familias por lo que hemos cambiado los criterios fundamentales de otorgar becas», ha explicado Castells.
El Gobierno, además de aumentar el presupuesto de becas para el próximo curso, reducirá los requisitos académicos para recibir estas ayudas, que ampliarán el número de posibles beneficiarios tras cambiar los umbrales de renta que se publicarán en julio en un real decreto. Según Castells, que lo ha dicho con cierto tono irónico, «la gran revolución es que los que están por debajo del umbral de la pobreza puedan recibir becas, que hasta ahora no era así».