El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido el ingreso mínimo vital como un «último nivel de seguridad» ante «situaciones sobrevenidas de pobreza, de mala suerte o de exclusión social» y ha destacado que acabará con las «disparidades regionales» de las rentas mínimas autonómicas que ya existían.
En este punto, durante su intervención este martes en el Senado, el ministro ha insistido en la necesidad de este ingreso mínimo vital para acabar con las «disparidades regionales» pues, según ha dicho, mientras que el salario social de Asturias estaba «muy bien dotado, con 125 millones de euros», en Galicia, «con tres veces más de población», se dedicaba «la mitad del presupuesto» y se llegaba a la mitad de hogares.
«En España no existía un mínimo para todos los españoles de cobertura, un último nivel de seguridad de renta ante situaciones sobrevenidas de pobreza, de mala suerte o de exclusión social, ya hay un mínimo para todos, la responsabilidad había quedado en manos de las comunidades autónomas y dependía de la orientación de las políticas sociales de cada una», ha explicado Escrivá este martes 16 de junio en el Pleno del Senado.
Así lo ha indicado en respuesta a una pregunta de la senadora del PSOE María Fernández Álvarez, que le ha interpelado sobre cómo valora el Gobierno el avance social que supone este ingreso mínimo vital, que se puede solicitar desde este lunes 15 de junio.
La senadora socialista ha definido esta nueva prestación como «un gran paso en la construcción del estado social» y ha puesto de manifiesto que ha sido «una vez más un gobierno socialista, en este caso, en el marco de un gobierno de coalición, quien impulsa otro de los grandes avances del Estado del Bienestar» concluyendo que «existen otras formas de gestionar las crisis, no dejando a nadie en el camino».
También ha destacado la importancia del desarrollo de los itinerarios de inclusión laboral para que los beneficiarios no se «instalen» en este tipo de ayudas sino que les permitan transitar hacia el mercado de trabajo. Si bien, ha explicado que hay casos en los que «la empleabilidad no es directa» y por ello, «el centro es la inclusión social».