-¿Cuál es la valoración de la Secretaría Xeral de Emigración sobre los flujos actuales de migraciones?

Sobre ese tema diré que trabajamos con unos datos y unas estadísticas que no son nuestros. Nuestra fuente de referencia es el INE. Lo que sí podemos observar es que esos datos han ido cambiando hacia mejor sobre dichos flujos migratorios durante los últimos años. Conseguimos revertir esos saldos negativos que fueron más acentuados durante la crisis. No tiene nada que ver con la situación migratoria de hace décadas. Por tanto, vemos que se están afianzando los buenos resultados de estos últimos años, tanto de entrada de personas con nacionalidad española como también de otros países. Ahí quiero apuntar el efecto “arrastre» que atrae a personas sin origen gallego o español siquiera. Por ejemplo, dentro de las familias no todos tienen la nacionalidad española o no son descendientes de españoles, por tanto gallegos. Uno de los cónyuges no es español o también, muchas veces, hubo varios hijos que tampoco lo son, por ser hijos de otros matrimonios en el tiempo. También se da el caso de otros tipos de familias. ¿Por qué? Porque se produce un efecto de arrastre de personas inmigrantes, lo mismo que ocurría en los años 30 o 40 cuando marchaban gallegos y gallegas a otros países. Iban a un determinado lugar los vecinos de una comarca concreta. Eso lo vemos nosotros ahora con las personas procedentes de otros países.

-¿Cuáles son los grandes puntos de la Estrategia 20-20?

La Estrategia 20-20 pretende ser un mecanismo de trabajo que debe realizarse en conjunto entre todo el gobierno gallego, aunque la Secretaría Xeral de Emigración, digamos que es la parte más visible. Lo que se pretende es facilitar la llegada de nuestros retornados con un acompañamiento permanente, por tanto, que den el paso para integrarse. Eso no se puede hacer desde un solo departamento. Nosotros queremos trabajar y apoyar el retorno de familias en su conjunto, porque entendemos que cuándo salieron de Galicia, salieron familias, por tanto no podemos actuar como si fueran solo perfiles individuales. De esta manera, entendemos que los grupos familiares tienen diferentes necesidades, atención a los padres y madres y otra serie de puntos como educación para los hijos. Por tanto, para llevar adelante todo esto, necesitamos el apoyo de los diferentes departamentos del gobierno gallego. Definimos las necesidades dentro del marco que construimos entre todos los departamentos. Por tanto, cada uno de esos departamentos, ¿qué puede aportar para que la incorporación de un retornado sea más fácil? La incorporación laboral, por ejemplo, como trabajador por cuenta ajena, apoyando a las empresas para la contratación de trabajadores retornados de diversa calificación. También, como se puede apoyar la esas personas que tengan iniciativa emprededora.

Los datos sobre los flujos migratorios durante los últimos años fueron cambiando la mejor

-¿Existen inversiones más importantes en algunas áreas como educación o rural?

Existen incentivos en todos los departamentos. Las diferentes medidas que se ponen en marcha tratan de enfocarse en la población menor de 45 años. Ese es uno de nuestros objetivos, incrementar el número de retornados menores de 45 años, por supuesto no descartando a los demás, solo incidiendo en ese segmento, y tratando de fortalecer el establecimiento en el rural. En el caso de una medida, por ejemplo, nosotros tenemos la medida del Retorno Emprendedor como una de nuestras líneas. Por tanto, si una persona retorna con una iniciativa empresarial, nosotros le damos una ayuda de 5.000 euros, mas se quiere llevar adelante esa iniciativa en el rural serían 2.000 euros más, para favorecer su instalación. Y si es una mujer emprendedora, recibirá 1.000 euros más, para favorecer la empleabilidad de las mujeres. ¿Con eso qué conseguimos? Esta medida finalmente acaba consiguiendo que el 60% de las ayudas van a personas que se instalan en el rural.

-¿Están incidiendo más estas políticas en personas procedentes de Latinoamérica que en Europa?

No, en nuestra estrategia no tenemos un enfoque exlcusivo sobre Latinoamérica, es un enfoque universal. No sé por qué puede parecer lo contrario.

-¿Existen comunidades por ejemplo, en Venezuela, que vengan con algún tipo de incentivo especial?

Hay un grupo de países desde donde viene un número importante de retornados, uno de ellos es Venezuela. El año pasado, de 7.000 retornados, 2.000 venían de ese país en concreto, y dada la situación del país es fácil de entender por qué. Evidentemente, a pesar de la situación del país, nosotros tenemos que tener capacidad de atracción. Una persona que sale de Caracas, lo que le tira es vivir en Madrid o Barcelona, porque son ciudades equivalentes. Por tanto, si nosotros conseguimos atraer gente es porque, primero, tienen vínculos familiares, segundo, junto a esos vínculos tendrán un acompañamiento que les permitirá asentarse de manera más fácil que si lo hacen en Madrid. Aquí con el acompañamiento, saben que sus hijos se incoporarán rápidamente a una escuela, tendrán cobertura sanitaria rápida, porque los acompañaremos a las oficinas de empleo o de retorno para conocer sus dificultades. Así, hay una diferencia entre un lugar que puede ser hostil a otro donde tengo un acompañamiento. Mas no tenemos diferencias dentro la Estrategia 20-20 según el lugar de origen. Es una estrategia universal. Tenemos apoyos para gente menor de 40 años, empresarios, como un joven en Sanxenxo que se dedica a hacer rutas turísticas especializadas en el Camino de Santiago, un chico venido de Alemania, también hay personas que apoyamos que han regresado de Emiratos Árabes. En total, han regresado personas desde 22 países. Por otra parte, uno de los países que más retornados tiene es Argentina, otro que está destacando es Brasil y de Europa están los retornados de Suiza, Alemania y Reino Unido.

-¿Sobre el Reino Unido, tienen algún plan para los gallegos y gallegas que viven allí después del Brexit?

Ahí tenemos que trabajar conjuntamente con la Unión Europea. Dentro del gobierno gallego hay una comisión creada por los distintos departamentos, donde nosotros estamos, y que colabora con el Ministerio de Asuntos Exteriores, que es quien lleva las relaciones con la UE. Buscamos que la salida no tenga efectos negativos para la gente que vive allí. Evidentemente existe preocupación porque tu estatus va a cambiar, porque vas a pasar a vivir en un país que está fuera de la UE. En este momento no podemos concretar los efectos del Brexit, pero la UE está trabajando en positivo para que no sean repentinos los cambios que se produzcan.

No tenemos diferencias dentro la Estrategia 20-20 según el lugar de origen, es una estrategia universal

-¿Usted sería partidario de representaciones institucionales de la Xunta en el exterior?

Galicia tiene dos sedes abiertas desde hace años en Argentina y Uruguay. En Argentina hay 166.000 gallegos, para facilitar el contacto con esa colectividad, los diferentes gobiernos que pasaron por la Xunta estimaron que era necesaria una representación en ese país. En el resto de países donde hay importantes comunidades gallegas, no tenemos representaciones institucionales, pero sí tenemos sedes gallegas. Aquí sí que distinguiría entre los que viven en Latinoamérica y en Europa. Las realidades son diferentes. Europa tiene un nivel de vida elevado. Así, los centros gallegos en Europa, con los que nosotros colaboramos de manera puntual a lo largo de toda la historia autonómica, ayudándoles con actividades, manteniendo contacto con ellos y ayudándoles para que tengan locales lo más dignos posible. Nosotros no somos los únicos mantenedores de esas instituciones. La administración busca que sean viables económicamente y la administración está ahí para dar un refuerzo o actuar de manera extraordinaria para situaciones extraordinarias. Con Europa es una relación más cultural dentro del ámbito en el que trabajan, también algunas hacen tareas de trabajo social que a nosotros nos sirven de apoyo. Por ejemplo, tenemos un programa de ayudas puntuales a gallegos de primera y segunda generación. Para personas mayores, dolencias, medicamentos y que no tengan recursos o medios, por tanto reciben una ayuda económica una vez al año. En total, por todo el mundo, 8.000 personas, la mayor proporción en Cuba, Argentina, Uruguay y Brasil. En Europa estas ayudas no son necesarias. Sin embargo, para tramitar estas situaciones, debemos tener expedientes para conocer esa necesidad, por eso las delegaciones. Donde no las hay sí existen esas sedes oficiales.

En este momento no podemos concretar los efectos del Brexit

-¿Existe una alta tasa de envejecimiento entre los gallegos en el exterior?

Si pensamos en 500.000 gallegos fuera de Galicia, esa población no está envejecida, tiene unas tasas semejantes a las de aquí. Hay muchos chicos y niños, personas que nacieron ya en el país de residencia. Los que son propiamente emigrantes, son el 20% del total. Si solo tenemos en cuenta a la población de emigrantes en América Latina, entonces sí presenta un índice de envejecimiento más alto que la emigración a Europa. No es lo mismo hablar de gallegos en el exterior que de emigrantes. Cada año que pasa tenemos menos emigrantes en el exterior, en los últimos años el número ha podido bajar entre 10.000 y 12.000 personas. Por el contrario, el número de gallegos en el exterior aumenta cada año por inscribirse como españoles los descendientes de emigrantes, hijos o nietos.