El Centro Cristiano de Santiago de Compostela se fundó en 1986. Como Iglesia Evangélica está registrada dentro de la Federación de Asambleas de Dios de España (FADE). Los primeros pasos de este centro los marcaron una pareja de misioneiros canadienses, un ingeniero y una enfermera. Su labor se centró en gente con problemas de adicción, sobre todo drogas. Con el paso del tiempo, algunas de aquellas personas atendidas por esta pareja acabaron llevando el Centro Cristiano compostelano. A día de hoy el número de creyentes evangélicos en Compostela está sobre las cien personas.

LITURXIA

«Nuestra liturgia es más participativa, las personas asistentes pueden participar con oraciones espontáneas dando gracias a Dios» dice Valentín López, pastor del Centro Cristiano. «Primero tenemos veinte o treinta minutos de música donde hay un grupo de personas que tocan instrumentos y son acompañados por toda la comunidad, luego pasamos a predicar la palabra». En total, una celebración puede llevar una hora de principio a fin. A veces incluyen recordar el aniversario de alguien que cumple años. Luego, cada primero domingo de mes se reúnen para hacer la eucaristía, una comida en común entre los fegreses.

Las iglesias evanxélicas centran su exégesis en la explicación de los textos bíblicos, siguiendo los evangelios como doctrina de salvación por gracia a través de la expiación de Jesús. Aunque son los pastores o pastoras las que imparten la intrepretación de los textos bíblicos, también pueden hacerlo personas en quien delegan los pastores. En ambos casos, para poder hacerlo, deben tener estudios bíblicos.

«Nuestra máxima autoridad es la Biblia, a cuyo objeto tratamos de aprender y de vivirla, para ello tenemos estudios bíblicos para profundizar más en su conocimiento». Estos estudios son impartidos por el pastor o pastora o una persona en la cuál se delega esta tarea, pero que tenga conocimiento de la palabra. Hay estudios bíblicos homologados con los que se pueden tener créditos universitarios. Se hace un examen que es corregido y, superada esa prueba, pode enviársele el diploma. Este título es expedir polo Instituto por Correspondencia Internacional, con sede en los EE UU. «Para que uno pueda tener una acreditación se incribe en el Ministerio de Justicia, dentro de la FEREDE, y debe haber cumplido con una serie de materias sobre la Biblia».

LA CONGREGACIÓN

El pastor dirige el culto, a veces ayudado por personas que él mismo escoge. No obstante, hay decisiones sobre la parroquia o la congregación que se toman en común. En materia de presupuestos y cuestiones económicas, el grupo de fieles toman las decisiones sobre cómo y dónde invertir el dinero. «El pastor no toca las ofrendas, eso lo lleva una gestoría y también tenemos un tesorero, en temas que no son propiamente espirituales, la congregación tiene la palabra» dice Valentín López.

El local que actualmente ocupa el Centro Cristiano en Compostela, fue comprado con la recaudación de fondos por parte del matrimonio canadiano que había venido a la ciudad. Esta pareja tenía contacto con las misiones de la Asamblea de Dios, la denominación en que está incluido el centro compostelán. Así, fueron recadando fondos por las diferentes misiones con las que tenían contacto. El local no se puede vender, de no ser para comprar otro o para ampliar. El local luego fue donado al Centro Cristiano.

«No tenemos subvenciones públicas, sino que recibimos ofrendas voluntarias de los fieles que luego se guardan en una cuenta a nombre de tres personas» explica Valentín López. Para poder retirar dinero es preciso que por lo menos dos de los tres titulares estén de acuerdo. El pastor no figura como titular de la cuenta. También reciben donaciones internacionales de creyentes evangélicos «porque saben que trabajamos con temas sociales».

LA SOCIEDAD Y LA FE

«Ahora mismo, después de haber pasado un tiempo, no nos sentimos tan discriminados» dice Valentín López. Hace treinta años, cuando López comenzó a asistir al templo, «estábamos desprotegidos, muchas de las razones eran porque la gente tenía una visión fallida de lo que eran las iglesias evangélicas«. Pasados los años la sociedad comenzó a cambiar su visión, más cuando comenzaron a llegar inmigrantes latinoamericanos evangélicos.

«Actualmente las relaciones con la Iglesia Católica son buenas» dice López, quien ve en la falta de información el origen de los recelos hacia suya fe. Una vía que tienen para darse a conocer y explicar quién son a la comunidad en general, son sus acciones como visitas a los xeriátricos, con la atención social a las personas que lo necesitan y también «el alcalde nos conoce porque sabe de nuestra acción dentro de la comunidad«.

«Yo llegué a pastor por casualidad, sin querer» explica Valentín López. «Yo era ateo, había estudiado un colegio de curas en tiempos de Franco, predicaban el amor y el respeto, mas luego daban unas palizas muy fuertes, ahí perdí la fe». Con el paso del tiempo, López cayó en el consumo de drogas, como mucha gente durante los ochenta. «Quería cambiar de vida, me hablaron de un centro donde podía ir, allí hablaban que Dios podía cambiarme, me parecía que estaban locos y que era una secta».

El comportamiento de las personas de aquel centro lo fueron convenciendo. Depués de un tiempo, y como dice López «no bajaron ángeles del cielo, no hubo algo místico, simplemente pedí ayuda a Jesús para cambiar». Ese fue el momento en el que inició su camino dentro de la Iglesia Evangélica. Actualmente compagina su labor pastoral, por lo que recebe una pequeña remuneración, con otro trabajo junto a su mujer.

Las iglesias evangélicas centran su fe en la Biblia, en una interpretación de los textos dirigida por el pastor o pastora. Existen estudios homologados para impartir la palabra dentro de esta iglesia. En total, los cien templos que hay en Galicia acogen una comunidad de cincuenta mil personas que profesan esta fe, reconocida cómo una de la