La Consellería de Medio Rural contrató en la segunda parte de este año para luchar contra los incendios forestales dos helicópteros y una brigada aerotransportada que estarán operativos durante este 2019, 2020, 2021 y 2022. Un concurso que se cerró por 8,5 millones de euros y en el que quedó excluida la polémica empresa Babcock, antigua Inaer, una empresa referencia en todo el estado para el alquiler y prestación de servicios mediante helicópteros, pero que estuvo rodeada de polémica en Galicia.

Esta compañía llegó a tener contratos con distintos departamentos de la Xunta y se encargó de la lucha contra incendios, el servicio de Guardacostas y del 061. Pero la huelga de trabajadores y trabajadoras que tuvo lugar hace unos meses, tras conocerse sus malas condiciones laborales, cuestionó el modelo de gestión de la Xunta en un sector muy sensible que se encarga del transporte sanitario en aeronaves medicalizadas, la vigilancia y seguridad en el mar, así como la lucha contraincendios mediante helicópteros de transporte y extinción de fuegos.

El NUEVO CONCURSO

Este año la Consellería de Medio Rural anunció la licitación del contrato para estos dos helicópteros contraincendios para 2019, 2020, 2021 y 2022, por un valor estimado de 15.261.992 euros, sin IVA. Con todo, y tras corregir el contrato, finalmente el presupuesto base de la licitación fue de 8.494.213,52 con IVA.

La empresa adjudicataria fue Airworks helicopters, SL, una empresa con sede en Salamanca especializada en servicios de carga y de lucha contra los fuegos en autonomías como Madrid, Castilla y León, Castilla la Mancha, Canarias o Extremadura. “Airworks es una compañía dedicada a sus clientes, con una atención rápida y directa. Usted podrá activarnos en un plazo extremadamente corto de tiempo ante su urgencia, y nuestra respuesta será inmediata. Los medios que pondremos a su disposición son de última generación con una trayectoria en el sector de la Lucha Contra incendios más que demostrada”, apunta esta empresa en su página web.

De hecho, y tras ganar el concurso, las misiones de estos dos helicópteros serán el transporte de la brigada o equipos de extinción hasta los incendios forestales para participar en la extinción de los fuegos. También trabajar en la lucha de los incendios mediante el lanzamiento de agua desde el helicóptero, así como cualquiera otra misión relacionada con la prevención y defensa contra los incendios forestales y la restauración de áreas afectadas.

Las aeronaves contratadas quedarán la plena y exclusiva disposición de la consellería para su aplicabilidad en las distintas misiones. El servicio que prestarán los helicópteros incluirá una brigada helitransportada que prestará servicio durante 797 días durante los años 2019, 2020, 2021 y 2022. Esto supone cinco meses en 2019 y seis meses los siguientes años de servicio. Estas brigadas estarán compuestas por un técnico, un jefe de brigada, dos peones conductores, seis peones y un emisorista.

OPERATIVIDAD TODOS LOS DÍAS DEL AÑO

Según el contrato, en los próximos tres años uno de los helicópteros estará operativo todos los días del año. El otro en 2020 cuatro meses, en 2021 seis meses y en el 2022 tres meses. El área geográfico de actuación será todo el territorio gallego pero “cuando las circunstancias y la consellería lo estimen necesario, este área puede ser ampliada a otras autonomías o estados limítrofes”.

Las bases de estas dos aeronaves serán los helipuertos dependientes de la Xunta. Es decir Castromaior, Lomba y Quixeiro, en A Coruña; Becerreá, Marroxo y Portomarín, en Lugo; El Barco, Río, Toén, Vilamaior y Xurés, en Ourense y Campiño, Quimadelos y Silleda, en Pontevedra.

En este concurso, y a diferencia del polémico concurso anterior donde había contratados pilotos de los países del este sin dominio del gallego o catellano, la Xunta recoge el deber de los pilotos contrados a dominar, cuando menos, el castellano. También el deber del personal de la brigada helitransportada a hablar y escribir en castellano o gallego.

NO SE EXIGE PREPARACIÓN

Llama la atención del concurso a preparación de los miembros de esta brigada que, por sus requisitos de movilidad, tendrían que ser profesionales bien preparados. El concurso de la Xunta sólo especifica que la empresa adjudicataria compruebe que los candidatos no presentan enfermedad o discapacidad que impida el correcto desarrollo de una prueba física de esfuerzo. Pero esta prueba será realizada “una vez firmado el contrato con la empresa adjudicataria” y no antes.

Posteriormente, el personal seleccionado deberá recibir una formación, de por lo menos, 16 horas sobre comportamiento del fuego, trabajo de extinción de brigada con helicóptero, seguridad y riesgo en la extinción. No se le pide experiencia previa en este tipo de trabajos, ni que esta cuente más a la hora de ser seleccionados.

A los únicos que se les exige una capacitación especial son a los jefes de esa brigada helitransportada, que deberán estar en posesión de una Ingeniería de Montes, Forestales o un posgrado en materia forestal, además de tener el carné de conducir B y dos campañas de incendios forestales en igual o distintas categoría. También al técnico, que tiene que estar en posesión de una Título de Técnico superior en gestión de recursos naturales y paisagisticos y formación equivalente la de capataz forestal, así como una campaña de incendios forestales en igual o distinta categoría.

HORARIO Y CONDICIONES DE TRABAJO

También llama la atención el horario de trabajo de este personal que, en determinadas ocasiones, puede estar expuesto a circunstancias límites de trabajo. Así,su horario será de casi doce horas diarias, concretamente 11 horas y 45 minutos. Un horario que estará estipulado por la propia consellería que, además exige, que este personal esté “localizable mediante teléfono móvil” y “a una distancia de la base inferior a 30 minutos” en sus horas libres.

Precisamente, las condiciones de trabajo abusivos estuvieron detrás de las protestas que tuvieron lugar en la empresa Babcok que fue adjudicataria en 2012 del servicio de salvamento marítimo, con dos helicópteros, por casi 31 millones de euros.

El factor competitividad, sumado a las ofertas a la baja de las empresas adjudicatarias, así como la posible pérdida de beneficios de la empresa de servicios, empujan la estas empresas a buscar una vía de recortes dentro de su convenio colectivo que fue lo que estuvo detrás de las protestas en Babcok. Según los sindicatos, esto puede repercutir tanto en la calidad como en un elemento clave como es la seguridad, tanto de trabajadores y de personas rescatadas, eficiencia para apagar fuegos o control del furtivimos o de vigilancia aduanera.