El Parlament catalán ofrece un aspecto multipartidista poco común en lo que es el parlamentarismo autonómico. Si se observa más de cerca, hay algunas particularidades que se pueden percibir. La primera es que está claramente dividido entre fuerzas soberanistas (o independentistas) y no soberanistas. Por otra parte, en el arco independentista hay una prevalencia de la izquierda frente a la derecha representada solo por Junts. En el arco no independentista tenemos al partido más votado, el PSC, que comparte terreno con un PP y un Ciudadanos casi anecdóticos, superados los dos juntos por En Comú Podem. Y lo más destacable, Vox entra con once parlamentarios, cuarta fuerza política. El escenario promete una legislatura de rifirrafes entre Gobierno central y Generalitat de no llegar el PSC a la presidencia.

DESEMBARCO DE LA ULTRADERECHA Y HUNDIMIENTO DE CIUDADANOS

“La llegada de la ultraderecha no es una novedad de estas elecciones catalanas, desafortunadamente, Vox saca un resultado muy semejante al que saca en las elecciones generales en Galicia, un 8%”. Así describe Silvio Falcón, profesor en la Universidad de Barcelona, la irrupción del partido de Santiago Abascal en el parlamento catalán. No obstante la “novedad es que entran por primera vez, además recogieron muchos votos que en 2017 optaron por Ciudadanos”.

En paralelo a esto, PP y sobre todo Ciudadanos, fueron las dos formaciones que peores resultados han recogido, perdiendo la segunda 30 parlamentarios con respecto a 2017. “El voto de Ciudadanos aglutinaba personas contrarias al independentismo desde posturas más abiertas a posturas totalmente enfrentadas” dice Suso Mon, miembro de Espazos RadiofónicosGalegos en Cataluña, ERGAC. “ Ciudadanos ha visto como sus votantes se dividían entre PSC y Vox”.

La “ debacle” de Ciudadanos en Cataluña puso en cuestión el liderazgo de Inés Arrimadas a nivel estatal. En 2017 se había ofrecido como voto útil contra el independentismo y eso le hizo ganar la confianza de una amplia base electoral. “Realmente, el voto que fue a parar al PSC se sintió como un voto útil gracias a la “Operación Illa”, un candidato ministro y con gran proyección política” dice Falcón. “Ciudadanos realmente no hizo oposición” apunta Suso Mon que valora la estrategia mantenida por los de Arrimadas como una oposición sin propuestas. “Ciudadanos es un partido coyuntural nacido para dar responde en un contexto determinado”.

A parte está el efecto de la baja participación, un 53% frente al 80% de 2017, pudo tener como consecuencia una afluencia mayor de votantes de la extremaderecha, la pérdida de votos de C´s y PP y que Junts sacara buenos réditos electorales en zonas tradicionalmente afines la esta formación. Con todo, el voto a Vox “no se había debido caricaturizar, porque no votó solo la gran ciudad, el suburbio, sacó votos en todas las provincias, fuera del relato europeo de la ultraderecha” dice Falcón. No obstante, Suso Mon ve que grande parte del voto a Vox procede de las “zonas de inmigración” contrarias a los independentistas.

El FUTURO GOBIERNO, POSIBILIDADES

Existen tres posibles escenarios en Cataluña. Un gobierno soberanista liderazgo por ERC, con participación de Junts y apoyos de la CUP. El segundo, un pacto de izquierdas “muy difícil” dice Falcón ante la improbabilidad de un pacto ERC con PSC. El último sería la repetición electoral. El que sí claro está es que “ERC quiere presidir la Generalitat y ese es un punto a lo que no renunciarán”.

En el primero escenario están dos fuerzas que, aun siendo independentistas, ideoloxicamente no comparten posturas mismo en la vía a la autodeterminación. “Un gobierno ERC- Junts no será fácil porque sus intereses no convergerán” dice Mon. El análisis de Suso Mon se basa en que ahora mismo ERC cree que la declaración unilateral de independencia no tiene más recorrido, por tanto los republicanos ven necesario abrir nuevos espacios. Junts por su parte, sí cree en una vía unilaterial en concordancia con la postura de Puigdemont, político que al final “creó su propio perfil”.

La posibilidad de un gobierno de izquierdas donde confluyan ERC y PSC debería pasar primero por la ruptura de los vetos autoimpuestos desde cada una de esas fuerzas para no pactar entre ellas. “No creo que rompan los vetos, sería muy difícil” apunta Falcón. “El PSC solo tendría posibilidades de llegar a la Generalitat sacrificando a su candidato”. El sacrificio de Illa sería, pues la posibilidad de entrar el PSC en la presidencia de la Generalitat. “No creo que pacten, no sé si será por los vetos, pero ERC tiene la oportunidad de llegar a la Generalitat después de 80 años, desde el fusilamiento de Lluís Companys” apunta Suso Mon.

Sea cómo fuere, de darse un gobierno independentista, la CUP, nueve escaños, no descartaría la oportunidad de querer entrar en un futuro ejecutivo catalán para tener voz. El mismo podría esperarse de En Comú Podem, ocho escaños, que no perdería la oportunidad de introducir algunos de sus puntos programáticos dentro del nuevo gobierno catalán.

La mayor cantidad de votos para el PSC no parece una garantía para que Salvador Illa ocupe a Generalitat. Con todo, fue una clara apuesta de Sánchez que tuvo un buen resultado gracias al perfil que llevaba el candidato. El sector independentista con apoyo de otros grupos, parece ser la apuesta para formar un gobierno catalán que, sin duda, tendrá sus tensiones con el Gobierno central y tensiones internas. Por otra parte, está también por ver si la actitud de Vox dentro del Parlament será de oposición constructiva o dedicada al “ruido”.