El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, declaraba el miércoles 13 de enero que sería muy “sorprendente” que hubiera profesionales sanitarios renunciando a vacunarse contra la COVID-19. Aun más, el jefe del ejecutivo gallego aseguraba que “se tomará nota” de los y de las profesionales que rechacen las dosis contra el coronavirus. Por otra parte, Feijóo calificaba de “privilegiados” a los receptores sanitarios de las vacunas, pues serán ellos quienes suministren las dosis al resto de gallegos y gallegas. Todo esto ocurría el día en que se iniciaba la vacunación del personal sanitario con una previsión de 6.000 profesionales cubiertos con las correspondientes dosis para ese mismo día.
PRESIÓN AL PERSONAL
Las organizaciones sindicales entienden las palabras del presidente de la Xunta como una forma de presionar al personal sanitario. A pesar de su posición a favor de la inmunización de todo los integrantes del SERGAS, entienden el rechazo a recibir la dosis por parte de algunos miembros del servicio público de salud. “Aquellas personas que no se vacunaban tenían que firmar un documento donde se alegaban los motivos de la negativa” dice Mily Lamas de CCOO. “Se protestó ante esta actitud de las autoridades primero porque las razones son personales y también porque no se explica cuál es el motivo de recabar esta información”.
“Llamar privilegiados al personal por ser de los primeros en ser vacunados es una manera de buscar culpables por si pasa algo” dice María Xosé Abuín de CIG Sanidad. “Nosotros animamos a recibir las dosis de inmunización, mas hay que tener en cuenta que también hablamos de un derecho individual”. María Xosé Abuín subraya la falta de datos por parte del SERGAS sobre el número de personal que rechazó vacunarse.
“Esta semana el personal de primera línea, profesionales que atienden directamente a las personas contagiadas, han recibido sus dosis” dice Javier Martínez de UGT Sanidad quien ve parte de la explicación a rechazar la inyección en que “hay gente con alergias que tiene miedo a posibles reacciones, sobre todo cuando se avisa con muy poco tiempo para vacunarse”. De esta manera, aquellos profesionales con alergias y sin documentos acreditativos de los alergólogos, no querían arriesgar.
La Asociación Gallega de Medicina Familiar y Comunitaria (AGAMFEC), comunican que sí tienen constancia “de algunos compañeros que por motivos diversos rechazaron la vacuna”. Los motivos que apuntan antecedentes de reacciones alérgicas, falta de seguridad o situaciones puntuales por baja de defensas.
El Colegio Oficial de Médicos de A Coruña transmite su respeto al derecho individual de vacunarse o no. No obstante, el Colegio como institución de ciencia y de ética recomienda la vacunación sin dejar de respetar las decisiones individuales de sus colegiados. Por su parte desde el Colegio Oficial de Médicos de Ourense, aunque también se respeta el derecho individual a no aceptar la dosis contra la COVID, remarcan que no hay razón científica y razonable para rechazar la vacunación.
FALTA DE INFORMACIÓN
Desde el gabinete de prensa de la Consellería de Sanidade dicen tener conocimiento de personal que rechazó la vacunación. De esta manera el departamento que dirige Julio García Comesaña está realizando un estudio sobre quién no quiso aplicar la dosis contra la COVID y las motivaciones que había podido haber detrás. Eso sí, remarcan que la vacuna no es obligatoria. Desde el gabinete de prensa de Sanidade indican que no se tiene aún un número concreto de personal que no quisiera aplicar las dosis pertinentes contra el coronavirus.
Las palabras del presidente de la Xunta no sentaron bien a los colectivos laborales que representan al personal del SERGAS. “No nos parece de recibo ese tipo de declaraciones que se parecen algo al matonismo” dicen desde AGAMFEC, que concluyen “el mayor problema es la dispersión de la población y la falta de contrataciones de personal de enfermería para llevarlo adelante”, en referencia al programa de vacunación.
“Vemos una amenaza velada que en un futuro puede tener repercusiones laborales” señala Mily Lamas. “Además, creemos que la Consellería no hizo una buena pedagogía sanitaria para informar sobre la vacuna”. En un mismo sentido se manifiesta María Xosé Abuín insistiendo en que “la información no se ha transmitido correctamente” y como ejemplo pone la información a mujeres que “buscan tener familia” y quieren conocer las posibles reacciones durante el embarazo.
Las fuerzas sindicales coinciden en la necesidad de mayor información sobre las dosis de Pfizer y Moderna. También coinciden entre ellas y con la Consellería de Sanidad que no se conoce un número concreto de personal contrario a inmunizarse. “Tenemos datos de quién se vacuna, por ejemplo 5.112 el miércoles 13, 6.579 el jueves 14, 6.080 el viernes 15 y durante el fin de semana del 16 al 17, 1.049 personas” indica Javier Martínez.
La advertencia lanzada por Feijóo la pasada semana no agradó a buena parte del personal sanitario. La consideran una manera de buscar responsables en caso de fallos, una vía de “amenazar” al personal sanitario con repercusiones laborales en el futuro. En tal caso, ni la Consellería de Sanidad ni Colegios oficiales ni organizaciones profesionales pueden ofrecer un número de sanitarios sin vacunar. Esto último es visto, sobre todo por parte de los sindicatos, como una señal de que ese número sin inmunizar debe ser “residual”.