Los profesionales de la sanidad gallega ven con preocupación la venta de hospitales privados a empresas foráneas. El motivo no es otro que el desembarco de lo que describen como multinacionales sanitarias. Temen además, que el dinero público que tendría que ir a la sanidad pública acabe alimentando un sistema de conciertos entre Sergas y estas empresas sanitarias privadas.

Por eso, en los últimos tiempos han proliferando multitud de protestas dentro del sector sanitario público en Galicia, denunciando lo que consideran una mala gestión del sistema público de salud por parte del actual gobierno autonómico. Mientras tanto, hospitales concertados reciben recursos financieros, teóricamente, para reducir listas de espera.

SOS SANIDAD PÚBLICA

Manuel Martín, de SOS Sanidad Pública, responde con un “evidentemente” cuando se le pregunta si el mercado de centros privados en Galicia está abierto. El factor determinante para Martín es “la política activa que tiene la Consellería de Sanidad de aumentar los conciertos para derivar usuarios del sistema público al privado”.

Las derivaciones a centros privados obedecería sobre todo al adelgazamiento de las listas de espera. Muchas de estas derivaciones se aplicaban a cirugías de poca complicación. “Hace poco en Coruña, se firmó un acuerdo para la adjudicación de paquetes enteros con la privada de atención hospitalaria, eso implica cirugía, medicina interna, consulta externa y diagnosis”, declara Martín.

Las condiciones y facilidades para el acceso a fondos públicos, denuncia SOS Sanidad Pública, es un reclamo magnífico para la inversión en infraestructuras sanitarias. “La corporación HM Hospitales, compró dos centros en Santiago, La Rosaleda y La Esperanza, y La Modelo en Coruña. Desde luego que no hacen esa inversión sin tener garantizado un número importante de usuarios” describe Martín. Además de HM Hospitales, también ha hecho inversiones y compras en Galicia la cadena Quirón. Este grupo es ahora titular del sanatorio Domínguez en Pontevedra y Santa Teresa en Coruña.

El proyecto de ampliación del hospital público de Pontevedra, que buscaba unir el antiguo hospital provincial y el de Montecelo, no satisfaría las demandas de camas para la zona sanitaria de Pontevedra, según SOS Sanidad Pública, así que acabarían derivando usuarios a Quirón. Y por último, la empresa Vihas compró el centro Fátima en Vigo.

SANIDAD PRIVADA EN GALICIA

La sanidad privada en Galicia existe desde siempre, pero también hubo intentos de privatización de la pública con anterioridad a lo que sucede ahora. “Fue cuando se crearon las fundaciones públicas que operaban dentro del derecho privado, querían una especie de híbrido” dice Javier Martínez de UGT.

Martínez remarca que “la sanidad privada en Galicia no podría vivir sin los conciertos con el Sergas”. El portavoz en Sanidad de UGT insiste, “incluso los directivos de la privada reconocen que lo más rentable para ellos son los procesos simples, los procesos más complicados van a la sanidad pública, por falta de rentabilidad o porque no pueden abordar algunos procesos”.

Los procesos simples a los que quiere ir la privada son los de escasa hospitalización, rápida intervención quirúrgica, mientras que un proceso complicado les generaría más gastos. Todo esto se hace mediante un precio tasado, ¿y cómo se calcula? “suponemos que tendrán sus promedios hechos, pero como cada persona es un mundo y puede evolucionar de manera diferente a la misma intervención, el que evoluciona mal genera más gasto”, contesta Martínez.

Desde UGT entienden que la sanidad privada tendría que ser un elemento que absorbiera lo que la pública no pudiera atender. “Cuanto menos inviertas en sanidad pública y peor gestiones, los beneficios van a la privada”.

Para quien defiende la sanidad pública no sería sorprendente que todo este trasvase de dinero y usuarios del sistema público al privado, acabara con un resultado de “puertas giratorias”. “Es algo que vemos todos los días, es como poner el zorro a cuidar el gallinero” dice Martínez.

POVISA, El PARADIGMA

El concierto singular entre el Sergas y la clínica Povisa de Vigo, implicó el año pasado una inversión de 80 millones de euros junto a una reducción del gasto en medicamentos. El caso fue llevado al Consello de Contas de Galicia, que denunció las prácticas de la Xunta con el centro vigués. “La empresa Ribera Salud, propiedad de la aseguradora norteamericana Centene, compra el centro vigués por 24 millones de euros” dice Manuel Martín. La compra resultó barata en comparación con los presupuestos enviados desde el Sergas. “Por el precio que costó, la administración podría haber comprado Povisa”.

¿Cuál fue el motivo por el que Povisa pasó a manos de Ribera Salud? “Alegan que tienen pérdidas, y eso que lo que le pagaban a Povisa por usuario era mucho más de lo que pagaban a los hospitales públicos” dice Javier Martínez. “Posiblemente los antiguos dueños de Povisa quieren trabajar solo en el sector naviero” dice Chus Neira, del comité de empresa de Povisa de la CIG.

“El año pasado habían hecho un pre-concurso de acreedores, llegaron a un acuerdo para que el Sergas se hiciera cargo de la farmacia de alto impacto, también tuvieron más ventajas con ese acuerdo, por eso no entendemos que acabaran vendiendo” dice Neira.

A mayores, Povisa recibió este año un millón de euros para ayudar a rebajar las listas de espera de la EOXI de Vigo, los hospitales del Sergas, según nos dice Neira. Povisa además cuenta con el concierto más grande de España entre un centro privado de salud con la administración pública. El número de usuarios y usuarias que tiene asignado este centro es de 137.000.

“No tenemos mucha información sobre Ribera Salud, excepto que solo trabajan con el sistema público, por concesión administrativa” dice Xurxo Cabral de CCOO. Sobre las condiciones de la venta, Cabral señala que tampoco les han transmitido ninguna información. “Tuvimos una reunión con la dirección saliente el día después de salir la noticia sobre la venta, preguntamos si se nos iba a informar y la respuesta fue que la siguiente reunión sería con los nuevos directivos”. La dirección saliente avisó que todo estaría firmado a mediados de noviembre.

Otro temor de los profesionales de la medicina es que todas estas operaciones acaben formando un oligopolio de empresas sanitarias que no permitiría la competencia. El dinero público, la facilidad con la que el Sergas invierte recursos en los hospitales privados son, para las personas consultadas, los grandes reclamos para las multinacionales de la sanidad.

Galicia Confidencial ha contactado con Ribera Salud. La respuesta de la empresa es que no dirá nada hasta que toda la documentación esté lista y envíen un comunicado de prensa para anunciarlo. También se contactó con el Sergas, pero tampoco ha habido respuesta.