Personal técnico de cuidados de enfermería del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) denuncian el sistema de contratación de la Administración sanitaria por el cual se prorrogan los llamados contratos Covid para «cubrir todo tipo de huecos» en vez de mantener la función para la que habían sido creados: la de reforzar la plantilla durante la pandemia.
Así pues, este personal de «refuerzo» contratado para trabajar con pacientes Covid es ahora destinado por parte del Sergas a cubrir bajas y vacaciones, hecho que supone una «discriminación exagerada» para quien está «en buenas posiciones» de la lista de contratación «esperando que suene el teléfono». Así se expresa una de las técnicas de cuidados de enfermería, Laura Sánchez, que se puso en pie de guerra junto a sus compañeras para exigir el fin de las «contrataciones irregulares» en el CHUAC y, por extensión, en el conjunto de las áreas sanitarias donde muchos profesionales eventuales también se ven afectados por estas prórrogas de contratos Covid.
Ahora mismo, con un sólo paciente infectado por coronavirus en el hospital, la gerencia mantiene este tipo de contratación «amparándose en la necesidad de prevenir lo que pueda pasar». «Nuestra sorpresa – indica Sánchez – viene cuando nos enteramos de que estos contratos se prorrogan automáticamente para cubrir puestos de trabajo en vez de funcionar como refuerzo». Teniendo en cuenta la «enorme eventualidad» que impera en el Servizo Galego de Saúde, estas profesionales cargan contra la Administración por lo que consideran una «injusticia». «No queremos que echen a estas personas, pero queremos que refuercen al personal ya existente».
Después de varias protestas y a las puertas de otra concentración prevista para este mismo viernes, «que gastarán como último cartucho», el personal del CHUAC tiene «respuesta cero» por parte de la Administración. Según la Instrucción 4/20 sobre medidas en materia de personal como consecuencia del nuevo coronavirus, estos contratos Covid pueden prorrogarse más allá de seis meses siempre y cuando se evidencie que no hay disponibilidad de personal en las listas para trabajar, «cosa que sucedió desde el primero de mayo», remarca Sánchez.
AHORRO EN CONTRATACIÓN?
Si bien el Sergas «oculta muchísima información» y «no hay nada que lo confirme», el personal sospecha que utilizan este mecanismo para «ahorrar la contratación de un montón de gente», ya que intuyen que estos contratos covid son pagados por el Sistema Nacional de Salud. La desinformación es «total», indican. «Ni siquiera ofrecen los datos de cuántos contratos Covid hay en los hospitales y qué puestos están desempeñando. Lo callan todo, porque si lo hablan posiblemente se les venga encima», denuncia Sánchez.
Según explica, la Administración «se escuda en que estas personas que tienen contrato Covid merecen un premio por estar en primera línea durante la pandemia», pero Sánchez recuerda que en esta crisis «prácticamente todas estuvimos en primera línea». De esta manera, las profesionales advierten «un trato injusto» y denuncian que el «premio por estar en primera línea» sea «verse en la casa sin trabajo por el tipo de contrato». Los refuerzos Covid, por su parte, se encuentran también «bastante fastidiados porque nunca llegaron a tener un sitio fijo donde desempeñar su labor», y además, el Sergas los obliga a trabajar tanto en áreas Covid como en áreas libres de covid, lo que supone, dice Sánchez, «otra irresponsabilidad» por el riesgo que conlleva.
Frente a esta situación, el personal demanda que se respete el «pacto de contratación» y las listas de contratación. «Es muy triste que después de tres oposiciones, cinco años trabajados y a nada de que te den una vacante, te puedas encontrar sin trabajo», sentencia.