La situación de la atención sanitaria en Galicia puede medirse, según fuentes profesionales, en el número de personas que son atendidas por otras dolencias que no sean COVID, esto es, aquellas atenciones, intervenciones quirúrgicas y diagósticos que se han visto frenados cuando la situación por la pandemia desbordó todo el sistema sanitario público gallego. En un principio, las listas de espera habían quedado paralizadas en lo referente a los casos menos graves y a las intervenciones no urgentes. En el caso de diagnóticos mediante TAC o resonancias, estas aumentaron de tal manera que sería probable ver un aumento de enfermos que no habían tenido hecha la correspondiente resonancia como pueden ser los cánceres de mama. Esto puede resultar especulativo, pero profesionales de la medicina entienden que ante un retraso semejante, no se puede actuar con el mismo número de profesionales que había antes y durante lo más duro de la pandemia. Por eso reclaman la retirada de la atención telefónica ya, el aumento de las contrataciones y la eliminación de la tasa de reposición en Sanidad.
¿HAY NÚMEROS?
¿Cuántas personas están ahora mismo esperando para una intervención, para una diagnosis o para Atención Primaria? “No hay información” dice Javier González de CCOO Sanidad que añade además: “antes del verano envían una lista de cierre de camas pero aún no conocemos el total de camas que se cerrarán”. Desde el CHUAC, Lucía Peón de la CIG señala que en el hospital coruñés el cierre afectará a “95 camas”. Pero sobre las personas que esperan atención general o especializada los datos parecen no existir. Las últimas que figuran en la web del SERGAS son de 2020.
“Tú ten en cuenta que en el caso de hacer un TAC la espera media era de 55 días, hoy pasamos a 91 días, casi se dobla el tiempo de espera” dice Manuel Martín de la Asociación Gallega por la Defensa de la Salud Pública ( AGDSP). La suma se hace interminable cuando “aún debes pasar la consulta en Atención Primaria, luego el especialista para diagnosticarte y luego, si es necesario, la operación”. Con esto, el número de personas que, por ejemplo, necesitan de una resonancia o una diagnosis en profundidad aumentó casi un 40% según AGDSP. La media de aumento de espera según especialidades está en 10 días.
Javier Martínez de UGT, es contundente: “la sanidad no es lo que era antes”. Ante la prolongación temporal para ser atendidas, muchas personas “tiran por Urgencias, cuando no es el área donde deberían ser atendidas, sino Atención Primaria para la mayoría de los casos”. Entonces, los profesionales siguen atendiendo personas en áreas COVID? “Se está operando el urgente, mas los recursos (humanos y materiales) son los mismos, por tanto limitados ante el número de intervenciones” dice Lucía Peón.
LAS CONSECUENCIAS
“Reservar espacios para enfermos COVID era el prioritario, mas había servicios que no tenían por que haber parado” dice Manuel Martín. La paralización de servicios que, según los profesionales, no era necesario haber parado, incrementó el número de personas esperando ante la incertidumbre de sus dolencias. “No hay una auditoría real de cómo están algunos enfermos” de enfermedades graves que pueden agudizarse de no ser atendidas debidamente.
“El número de cánceres no detectados a tiempo ha aumentado, también había personas que no acudían a los centros de salud y desde los propios centros animaban a no ir ante la situación sanitaria” dice Javier González. De esta manera a acumulación de casos y atenciones hizo que se recurriera al sistema que González llama “peonadas” para cubrir vacantes. “Una enfermera iba al IFEVI para vacunar gente, por ejemplo, había que cubrir ese puesto, venía una enfermera para sustituir a la primera, pero luego la noticia tenía que ir también al IFEVI inocular vacunas”.
“Tenemos miedo, en el caso de la Atención Primaria, de que no se resuelva lo de la atención personalizada y acabe siendo una máquina lo que atienda a una persona enferma” dice Javier Martínez. ¿La solución pasa por contratar a más gente? “Es necesario contratar más personal y sobre todo eliminar las tasas de reposición que ni los gobiernos del PP ni del PSOE eliminaron”.
“Tenemos un 30% de atención presencial en la Atención Primaria y un 70% de atención telefónica y la demora en una consulta no debe pasar de las 48 horas” recuerda Manuel Martín. La solución puesta por la Xunta fue a incentivar económicamente a los médicos de Atención Primaria para ir rebajando las esperas. Y esto último, junto con el aumento de plantel, acabará siendo posible? “La administración es muy retardataria, no existe un plan para, por ejemplo, hacer que los hospitales trabajen las 24 horas, por eso hay muchos servicios que van lentos”.
Según CCOO la administración gallega podría estar abierta a reforzar los cuadros de personal. Por otra parte, tanto AGDSP o CIG consideran que, o bien por lentitud o bien por falta de interés, la Xunta no realizará los movimientos necesarios para rebajar listas de espera y, aun más, evitar la muerte de enfermas. En el que sí coinciden todos es que para la merma de las listas de espera hay dos claves: contratación y estabilidad laboral.