La silicosis ha estado vinculada desde tiempo atrás a la minería, un área laboral donde se había conseguido frenar su incidenci en las últimas décadas. En Galicia la presencia de esta enfermedad está relacionada con las actividades extractivas de pizarra y piedra, con una presencia más notable en las comarcas del sur de la provincia de Lugo, en Valdeorras y Porriño. El Instituto Nacional de Silicosis (INS), situado en Oviedo, destacó el creciente número de casos que se acercan a sus instalaciones procedentes de Galicia y Castilla y León, en concreto de las áreas con canteras de loseta. Dentro del sector de la piedra existe los datos son aún escasos, mas las fuerzas sindicales están ciertas que el incidente puede ser alta.

SECTORES AFECTADOS

La silicosis afecta a sectores donde los trabajadores tienen contacto con partículas de sílice en suspensión. Puede afectar a trabajadores de canteras hasta el trabajo con prótesis dentales, según un informe del Instituto de Seguridad Laboral de Galicia (ISSGA). Sin embargo, son los trabajos en canteras, graveras y areneras donde la presencia de personas afectadas tiene una mayor densidad. Así lo aseguran fuentes sindicales y también estudios realizados en el sector de la pizarra por parte del INS.

La serie de estudios realizados por el INS comenzó en 2008 y finalizó en 2018 para la elaboración del informe “ Nuevos casos de silicosis en el sector de la pizarra”. La evolución de casos consultados durante la década que abarcó el estudio, el número de personas afectadas pasó de 14 en 2008 a 142 en 2018, quedando por recoger los datos de 2019.

“Según los datos que nos acercó el INS, en Galicia habría algo más de 700 personas afectadas en total contabilizadas entre 2008 y 2018” señala Plácido Valencia de CIG-Construcción y Madera. Ese número total incluye a las personas afectadas en los últimos años, tanto retiradas como aquellas que habían podido seguir en activo. “En 2018 hubo un aumento del 35% de casos en el sector de la loseta, porque entre 2016 y 2017 hubo un parón en el INS por cuestiones administrativas y políticas en el último gobierno PP” dice Javier Carreiro de UGT- Construcción. UGT contabiliza 550 personas afectadas también según fuentes del INS. CC OO contabiliza un total de 3.470 personas en Galicia que estarían en contacto directo con el polvo de sílice en cualquiera de las 487 empresas que analizaron.

Actualmente son muy escasas las informaciones sobre el incidente de la silicosis en explotaciones como las areneras y áridos. La voluntad de las fuerzas sindicales en este punto es hacer superar el miedo de muchas personas empleadas a hacer las pruebas de detección. Aparte de esto, después de la desaceleración que supuso la crisis económica, algunas grandes empresas compraron canteras cerradas durante la recesión, incluso pudieron abrir explotaciones cerca de la frontera con Portugal y dentro del territorio luso.

EVALUACIONES Y PRESTACIONES

Las mutuas de las empresas, los sindicatos y otros organismos proporcionan informes sobre el estado de la persona afectada por la silicosis. Esa persona irá a Oviedo, al INS por ser el centro de referencia a nivel estatal, donde se evaluará su estado. Dependiendo del informe, la empresa procederá como corresponda, o cambiando de puesto de trabajo o su jubilación por enfermedad.

El informe sobre la silicosis dentro del sector de la loseta, apuntaba que “No existe constancia de que los Equipos de Valoración de Incapacidad (EVI)” de las provincias de Galicia donde la silicosis tiene una fuerte presencia “envíen al INS la totalidad de los expedientes de valoración de silicosis, aunque durante los últimos años se apuntó un aumento en el número de expedientes”.

“Las mutuas aseguradoras por ejemplo, no tienen capacidad para realizar estudios para conocer el grado de dolencia, por eso derivan los casos a la Seguridad Social” dice Javier Sendero. “Si las mutuas reconocen que una persona tiene una dolencia profesional deben asumir los costes” dice Plácido Valencia. Dichos costes son los que empujan a derivar enfermos a la S.S.

Por otra parte, hasta 2015, la silicosis de primer grado no era reconocida como causa de incapacidad permanente total. De esta manera el trabajador o la trabajadora tenía la opción de cambiar de puesto de trabajo dentro de la empresa. La cosa cambia ese año de 2015 cuando una proposición no de ley del PSOE en el Congreso de los Diputados pide revertir la consideración que tenía hasta de aquella la silicosis de primer grado.

“A partir de 2015 se puede pedir la prestación por incapacidad con el primero grado de silicosis, mas por vía judicial” dice Plácido Valencia. “Tenemos gente de entre 40 y 45 años dentro del sector de la loseta con incapacidad reconocida por la silicosis” apunta Javier Sendero. La prestación es casi “automática” en caso de que la persona afectada tenga silicosis de grado dos o tres.

CC OO estima oportuno la ampliación y aplicación de los coeficientes reductores “las trabajadoras y trabajadores de canteras, graveras, areneras y establecimientos vinculados a la transformación de materias primas además de minería”.

PREVENCIÓN

A día de hoy la única vía posible para reducir los índices de silicosis es la prevención. “En minería hace años que está erradicada, se puede decir, todo después de décadas de estudios” dice Javier Carreiro. “La prevención dentro del sector de la loseta se está dejando sentir, mientras que aún es necesario insistir en areneras y áridos”.

“Tenemos que elevar los coeficientes reductores para la evaluación de los trabajadores y trabajadoras sin que tengan que pasar por el juzgado para reclamar la prestación” insiste Valencia. Por hacer una comparativa, ahora mismo, la jubilación de los trabajadores portugueses en este campo es a los 55 años, mientras que en la parte gallega “como mucho puedes adelantar cuatro años tu jubilación”.

“El gran problema es poder detectar a tiempo la dolencia, aquí no tenemos las herramientas bastante para hacerlo” lamenta Javier Carreiro, quien además apunta la necesidad de estudiar el impacto de la silicosis “en todos el lugares de trabajo donde haya polvo” similar al de sílice. “Sería necesario que se creara en Galicia un instituto semejante al INS” dice Plácido Valencia, “así no habría que esperar al viaje y los resultados de Oviedo”.

La silicosis ya no es solo cosa de la minería, está presente en muchas actividades que no se tenían en cuenta como focos de riesgo para esta dolencia. Canteras, talleres mecánicos, incluso cantería ornamental pueden afectar seriamente a los pulmones de las personas que trabajen en estos sectores. De momento la administración gallega cuenta con el ISSGA para hacer valoraciones de incidencia, pero los análisis en profundidad de los casos siguen elaborándose en Oviedo.