-Los vertidos de purines en la comarca de A Limia y en otras partes de la provincia de Ourense así como los depósitos de residuos sólidos de las explotaciones ganaderas intensivas, está creando un clima de malestar entre los vecinos. ¿Han pensado actuar de manera inmediata o con más contundencia sobre este punto?
Hay un decreto que regula cómo se deben tratar los residuos, como los de granja de pollos y purines. Ese decreto prohibía ciertas acciones, pero dejó la mano abierta a las CC AA para que pudieran hacer determinadas excepciones. Todas las CC AA excepcionaron esos deberes y aquí en Galicia, en principio, es hasta el año 2021. Somos conscientes de que esas normas no se cumplen todo cuánto hubiéramos querido o no están de acuerdo con las buenas prácticas medioambientales. Tenemos claro que la próxima PAC, los próximos fondos europeos y el próximo PDR, van a girar alrededor de la sostenibilidad ambiental. Eso porque los consumidores están cada día más preocupados por el origen y tratamiento de los productos que compran, cada vez buscan más productos de cercanías, o kilómetro 0, que no contribuyan a la huella de carbono. Todas estas cosas son forman parte de nuestras preocupaciones, por eso nos pusimos a trabajar en una regulación integral para toda Galicia, toda vez que hay zonas con mayor problemática que otras, debido a la mayor concentración ganadera.
-La producción de carne es uno de los sectores con más peso dentro de la industria agraria gallega, pero hay productores que se quejan de un exceso de población ganadera, sobre todo porcino en la comarca de A Limia.
Yo personalmente no he recibido quejas sobre este punto, pero sí que conocemos ciertas dificultades. Tenemos acceso a los datos de las analíticas de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), que tiene una serie de puntos de recogida para muestras y con las que hacen sus análisis. Precisamente en base a esas analíticas, la CHMS las envió al Ministerio de Transición Ecológica, quien nos comunicó mediante resolución, la necesidad de declarar como zona vulnerable A Limia. Después de analizar esos datos y la resolución, y amparándonos en los datos de la Confederación, presentamos una serie de alegaciones porque creemos que estamos a tiempo de tomar medidas antes de aplicar una declaración de vulnerabilidad.
Somos conscientes de que las normas no se cumplen todo cuanto habíamos querido o no está de acuerdo con las buenas prácticas medioambientales.
-¿Cuáles serían las implicaciones que traería la declaración de vulnerabilidad?
Probablemente se fijarían unos límites de cabaña ganadera, probablemente sería difícil poder dar autorizaciones a nuevas granjas y atendiendo a la superficie que demuestre el propietario habría que regular la carga existente. No podría haber excepciones al decreto del Estado en cuanto prohibiciones para regulación de purines y habría que observar la aplicación del código de buenas prácticas en el uso de esos residuos como fertilizantes. Todo esto con otras medidas que pueden venir anexas a las que ya figuran en el decreto por parte del Ministerio de Transición Ecológica. Todo eso será lo que determine finalmente estas decisiones. Si comparamos los datos de Galicia con otras CC AA, estamos muy lejos de esa saturación que llevaría a la declaración de vulnerabilidad. Además, desde la Consellería de Medio Rural, lo que hicimos fue adelantarnos en el tiempo, porque sabemos que el camino va por la sostenibilidad medioambiental, por eso trabajamos en una ley de gestión de residuos ganaderos de Galicia, que ya ha pasado la primera exposición pública. Ahora mismo está siguiendo su hoja de ruta mediante trámites complicados y lentos. Ya nos gustaría que estuviera en vigor en meses, pero los procesos administrativos tienen unos tiempos marcados.
-¿Y dice que ya pasó la primera exposición pública?
Sí, estuvo en el Portal de Transparencia, ahora tiene que pasar por más procedimientos. También se envió a distintas consellerías para que hicieran alegaciones de las que se recibieron doce y ya se han estudiado. Ahora esta siguiendo otros procedimientos, que son lentos pero garantistas. Nosotros lo que queremos es que, cuándo entre en vigor esa normativa, adelantarnos y colocar a Galicia a la cabeza de la gestión armonizada de esos residuos ganaderos para evitar cualquier tipo de contaminación.
-También se intentaron alternativas para el tratamiento de estos residuos como la creación de plantas de gas y el uso como fertilizante. No obstante, las plantas parecen estar paradas y según apuntan agricultores de A Limia, el exceso de purines sobre los terrenos los está dejando improdutivos.
Tiene usted razón en este punto. Desde la Consellería nos pusimos a trabajar en determinados tipos de gestión que había en España y en la UE, que son los más avanzados y que también cumplen la normativa aplicada en España. Lo que pudimos ver fue la creación de unas plantas de creación de energía, tanto eléctrica como de biogás y otro tipo de energía. Eso funcionó mientras el Estado daba unas primas para la producción energética que finalmente fueron retiradas y dichas plantas tuvieron que cerrar por no ser rentables. También estudiamos un proceso empleado en los Países Bajos, donde se separaban los componentes de los purines, compostando la sólida y la parte líquida era tratada y podía ir al caudal de agua y otra era vaporizada. En todo caso, son plantas para gestión idónea de residuos ganaderos. ES un sistema que acogemos en Galicia para aplicarlo, mas insisto en que los tiempos de la administración son los que son, dejamos abierta en la propuesta para incorporar sistemas que, teconoloxicamente, sean más efectivos, no tendríamos inconveniente en asumirlo.
Desde la Consellería de Medio Rural, lo que hicimos fue adelantarnos al tiempo, porque sabemos que el camino va por la sostenibilidad medioambiental.
-¿Están diseñando una normativa con “puertas abiertas”?
La normativa tendrá varios apartados. Primero, el tratamiento de los residuos como fertilizante. Esto de manera controlada en explotaciones con una superficie suficiente, contrastada y controlada, con parámetros en los que asesore la administración autonómica como tipología del suelo, orografía, cercanía a cauces públicos, manantiales y cultivo. Pero como hemos registrado el número de explotaciones y el número de cabezas, además del promedio de metros cúbicos que puede generar cada cabeza de ganado, sabemos el importe total de metros cúbicos de cada explotación. Junto a esto, la superficie se podrá ampliar mediante arrendamiento, o mediante la figura de puesta en valor de tierra productiva que entrará en una nueva normativa que también se está diseñando. Así, quien acredite una superficie suficiente para la gestión de la totalidad de los residuos controlados por aplicación informática, podrá gestionarlos y si hay excedente, se podrá gestionar mediante plantas como las descritas en los Países Bajos. Como sabemos que la rentabilidad de las explotaciones no son todo lo rentables que desearíamos, estamos trabajando en un ecoesquema para incluir en la estrategia de Galicia para las próximas ayudas de la PAC, para dar primas por metro cúbico de purín gestionado para que no afecte a la viabilidad de las explotaciones.
-¿Está al tanto del inicio de acciones legales por parte de Coren contra un agricultor de la Limia? El motivo fue que ese agricultor declaró en un programa de TVE que un aspersor de purines colocado en un monte comunal era propiedad de la empresa alimentaria.
No tengo noticia sobre lo primero. Sobre si se están echando purines en montes vecinales, las personas que tienen acreditada la propiedad de las fincas, a título de propiedad o arrendamiento, siempre que sean dedicadas la agricultura y con la normativa vigente, no tenemos nada que decir. La Consellería sí ha recibido escritos hace meses atrás de colectivos ecologistas. Nos pusimos a trabajar en el programa de gestión de residuos ganaderos, concretamente en A Limia, porque es una zona importante en cuanto producción agropecuaria. Por esa misma razón, en marzo de 2019 pusimos en marcha la Mesa de A Limia con representación de todos los agentes implicados, agrarios, ganaderos, políticos y sociales. Además, firmamos un convenio con la CHMS para la limpieza de los canales de A Limia. También está en marcha un plan de formación en A Limia para profundizar en la gestión de purines, plagas y en noticias técnicas de cultivo para sostenibilidad y nuevas técnicas de mercado. Por otra parte, también estamos preparando la aplicación del Plan Estratégico de A Limia para que comience a funcionar en marzo de este año.
La Consellería se puso a trabajar en determinados tipos de gestión que había en España y en la UE, que son los más avanzados y que también cumplen la normativa española.
-¿Considera que las grandes explotaciones intensivas forman parte de la problemática que hay detrás del abandono del medio rural?
No tengo por qué criminalizar a nadie, puedo estar más a favor de una opción o de otra, en todo caso, este es un país libre. Hay colectivos que nos piden dejar de otorgar licencias para granjas. Eso no se puede hacer porque sí, sería prevaricación. Hay unas normativas nacionales y comunitarias a las que nos tenemos que ceñir. En Galicia estamos trabajando en varias vías para la diversificación de este tipo de sectores, por ejemplo, en tres meses creo que seremos capaces de tener aprobada una marca de calidad para leche de pastoreo de Galicia. Otra marca de calidad será la de producción integrada, la ecológica está en marcha, y luego la ley de puesta en valor de la tierra agraria de Galicia. Con esa ley se podrán poner en marcha aldeas modelo y polígonos agrarios. Esto traerá la posibilidad de trabajar en extensivo e intensivo. Son una variedad de medidas para que los agricultores puedan elegir.
-El sector apícola está preocupado por los desbroces en montes donde existen especies autóctonas que mejoran la calidad de la miel. Asociaciones de apicultores han hablado sobre este punto con representantes de Medio Ambiente y Medio Rural. ¿Tomarán alguna iniciativa para preservar estas áreas para la producción apícola?
Desde la Administración gallega estamos muy pendientes del sector apícola por su importancia para el PIB gallego. En estos momentos existe una transformación en ese sector muy importante. Nosotros ayudamos al sector apícola facilitando información, conocimiento, trampas contra la velutina y ayudas para la mejora de las explotaciones. Los desbroces dependen de otro departamento, si existe ese problema, lo lógico sería la coordinación de diferentes departamentos para tener un control más definido para que las abejas tengan donde recolectar. Debemos tener en cuenta además el cumplimiento de la ley contraincendios. Así que el lógico es que la ubicación de las colmenas, tanto por seguridad para las personas y por la ley de incendios, deben estar donde no tengan este tipo de afectaciones. Nuestro cometido, en esta Consellería y en esta Dirección General, es impulsar el sector apícola. Hay colectivos que nos dicen de dejar de otorgar licencias para granjas. Eso no se puede hacer porque sí, sería prevaricación.
-¿Tienen planes para implementar la agricultura ecológica libre de químicos innecesarios?
No tenga duda. Con todo, en cumplimiento de las diferentes legislaciones en vigor, no podemos decir “a ti sí y a ti no” cuando otorgamos licencias. Lo que sí es cierto es que somos conscientes de las tendencias en el consumo. La gente busca productos más sanos y seguros y con mayor valor añadido. Las negociaciones para la próxima PAC y el PDR, van encaminadas por ahí. No prohibiremos las granjas en intensivo, no se puede, pero sí podemos priorizar o favorecer con líneas de ayudas que los productos alimentarios de Galicia tengan buena reputación y calidad. Así aplicaremos medidas de seguimento para ofrecer mejor producto. En Galicia nadie pone en entredicho los controles de la leche ni de los controles sobre el alimento para ganado. Todo lo que sea mejorar la calidad del producto agrario gallego será apoyado desde nuestro departamento.