Hay puntos en común entre un ‘aturuxo’ y un Djset de electrónica? Ese es el objetivo que se planteó Baiuca hace años. Combinar dos estilos tan desfasados -temporalmente hablando- fue lo que hizo Alejandro Guillán. El de Catoira (Pontevedra), comenzó en esto porque «la electrónica y la músca gallega estuvieron siempre en mi vida y quería probar su mezcla». Así, se ha convertido en el primer referente de «folktrónica» dentro del Estado Español.
El nombre de Baiuca «es por las raíces gallegas del concepto» (significa tasca o taberna), esencia que lleva allá donde ve. Tras finalizar sus estudios en educación musical fue la Madrid, donde la ‘morriña’ que sintió le inspiró para crear música con la base de sus raíces. Ahora, tiene su primera gira en México y está a punto de presentar su nuevo disco.
Galicia Confidencial: Antes de dedicarte exclusivamente a la música estuviste trabajando en una tienda de ropa. ¿Esto influyó en tu música de alguna manera?
Baiuca: Sí, fue cuando me mudé la Madrid y coincidió con la época en la que comencé el proyecto de Baiuca como tal. Me mudé porque quería cambiar un poco de aires después de acabar mis estudios. No me podía permitir vivir de la música y como tenía muchos amigos en Madrid me fui para allí. En España no se puede vivir de la música partiendo de cero. Tuve que compaginar el trabajo con las composiciones.
G.C: Hace poco tocaste en Milán y en Florencia, así como en París, Londres y por diversas ciudades del viejo continente. ¿Cómo acogen fuera esta música?
Baiuca: La verdad muy bien. La gente siempre busca esa conexión que puede existir con su cultura. Justo en Italia, fuimos a Bari y nos dijeron que veían muchas similitudes con la música tradicional italiana. Además, creo que cada vez la gente está con más ganas de escuchar música nueva. Que llegue alguien de Galicia a tocar la Milán, se recibió con el anhelo de conocer nuevos sonidos.
G.C: ¿Es objetivo tuyo divulgar la música gallega en un ámbito internacional?
Baiuca: Sí. Siempre digo que mi discurso se basa en hacer música para todo el mundo y para que la gente conozca de dónde soy, de dónde vengo y que hay en Galicia. Es decir, mostrar lo que es Galicia pasado por mis manos.
G.C: ¿Hay referentes de ‘folktrónica‘?
Baiuca: Sí. En el Estado Español la verdad no mucho. En Galicia lo más parecido puede ser el Proyecto Trépia, que es de Pontevedra, del que está detrás Xandre Colina. Yo cuando vi que podía hacer una mezcla de la música gallega fue mirando hacia Latinoamérica. Nicola Cruz, por ejemplo. Es cierto que está el mar Atlántico de por medio y que hay otros instrumentos, pero ver como los instrumentos orgánicos y percusivos se combinan para mezclarlos con la electrónica fue algo referencial para mí en el campo.
G.C: Tienes un concierto en Santiago en marzo, viendo que tu obra siempre tiene ese componente de nostalgia, ¿prefieres tocar Galicia o fuera?
Baiuca: Depende un poco del día. Me gusta mucho tocar en lugares diferentes, es decir, ya sea un museo, una sala, un festival o en una fiesta de pueblo. En este sentido, no quiero atarme la ningún nicho concreto. Ir a Londres o a París siempre es algo estimulante, porque son primeras veces, pero hay sitios muy especiales, como Madrid. Siempre que toco allí vienen muchos gallegos y acaba siendo algo muy emocionante. Un lugar donde sí que me encanta tocar y donde me siento como en la casa es en Santiago. Viví 5 años en Compostela y tenía muchas ganas de hacer un concierto en la sala Capitol. Hace mes y medio colgamos el sold out, por lo que tiene pinta que será una cita para rememorar.
G.C: ¿Cómo te pones ‘manos a la obra’ para componer cada canción?
Baiuca: Cada tema es distinto. Me gusta partir de puntos diferentes. Hay días que me focalizo más en la melodía o en la letra, otros, en el ritmo porque hay un ‘pandeiro’ que me gusta. No tengo un método determinado. Esto ayuda la que no todas las canciones sean cortadas por el mismo patrón y que parezca que tengo una fábrica de churros (risas).
Busco una personalidad diferente dentro de cada tema, para aportar una diversidade general. Pienso que se nota mucho cuando un artista trabaja siempre de la misma manera, ya que su obra queda muy similar.
G.C: Has hablado de que muchas de tus canciones son momentos de la vida y que «buscas colores» en ellas.
Baiuca: Sí que es cierto que intento componer siempre pensando en Galicia. Como por ejemplo, en un viaje que hice -viviendo en Madrid- a Galicia fui al Monte de la Curota (Pontevedra). Allí, con toda la ría de Arousa delante mía me vino la inspiración para hacer «Solpor». Le doy importancia la todos los sentidos y percepciones que pasan por mi cabeza. Digamos que no es algo objetivo.
G.C: En el modelo de música actual, parece que esta tiene que ir ligada a la imagen. Tú le das un peso importante en los temas, pero sobre todo en los directos. Además, siempre de una manera poco convencional. ¿Cómo trabajáis la imagen en Baiuca?
Baiuca: Adrián tiene muchas ideas similares a las mías, pero ligadas al vídeo. Lo conozco desde hace mucho y trabajar con un amigo siempre es más fácil. En los vídeos hay un componente más experimental y nos gusta presentar algo diferente. No son vídeos en los que nosotros salgamos en alguna historia concreta, es algo más sensitivo. De esta manera, podemos hacer música «despersonalizada» en el sentido de que el proyecto tiene mucho más peso que el artista en sí.
G.C: Tienes un público muy amplio, pero hay un claro componente ‘millennial‘. ¿Crees que se está perdiendo la tradición de la música gallega entre los más jóvenes?
Baiuca: Sí. Me entero por las palabras que recibo. Estando en Galicia se me tiene acercado gente joven diciendo que, de no ser por Baiuca, nunca se verían escuchando música tradicional. Está bien en parte el comentario a nivel personal, pero noto que se pierde el interés por nuestra tradición.
Aun así, a mí personalmente hay proyectos de música tradicional que no me gustan y seguro que a la juventud le sucede igual. Hay que llevar más nuestra tradición al presente y conectarla.
G.C: ¿Qué significaría perder nuestra esencia o la cultura gallega?
Baiuca: Tenemos mucha fuerza como pueblo. Cuando sales de Galicia valoras la gran riqueza cultural que tenemos. Deberíamos detenernos a pensar sobre las graves consecuencias que podría tener perder nuestra identidad.
G.C: Al irte la Madrid dices que sentiste ‘morriña’. ¿Crees que siguen en Galiza los ‘autprejuicios’ de inferioridad?
Baiuca: Sí que sucede eso. Los gallegos estamos muy bien valorados fuera de Galicia, aunque siempre estén los tópicos de ser»galleguiño». Yo me sentí siempre muy apreciado por mi origen. Sobre todo en el ámbito del trabajo, que a veces parecemos una especie superior o algo así (risas).
Nos faltan creer más en las cosas y decir: «hostia, pues venga, lo que tenemos aquí es algo muy grande». Sin miedo a que nadie nos pare los pies. Hay referentes en muchísimos ámbitos. Mismamente, hace un par de semanas, los premios Goya recibidos a la película de Óliver Laxe ‘O que arde’ nos otorgan fuerza y reconocimiento.
G.C: No sólo mezclas dos estilos, sino que también colaboras con otros artistas, como Carlangas, Nita o Blanco Palamera. ¿Buscas ligarlos con las raíces gallegas de Baiuca o salir y adaptarte a ellos?
Baiuca: Ambas cosas. Con las colaboraciones me gusta que tengan un componente de lo que yo hago, pero con componentes del que coopera. Con Carlangas fue muy sencillo hacer «Fisterra» porque era algo que él tenía muchas ganas de hacer. Nita, que es cordobesa, había encontrado un poema de Rosalía en castellano y tuvimos esa conexión. Luego con los remixes, como el caso de «Aire» con Blanco Palamera, me sirven para adentrarme en otras músicas uno poco más alejadas de lo que hago, pero que me valen como punto de improvisación o de cómo, con nuevos sonidos, puedo continuar haciendo algo propio. Es decir, para evitar que se estanque el proyecto.
G.C: Trabajas de una manera independiente. ¿Funciona con el modelo del negocio del ‘streaming‘?
Baiuca: Hay mucho trabajo detrás. Sobre todo encontrar a la gente adecuada en la que apoyarse. En Galicia pasó mucho con el folk en cuanto al estar demasiado protegido por las subvenciones y las ayudas. Claro que estoy a favor de que se ayuden a los proyectos, pero no se puede convertir en el caso de un padre dándole dinero todo día a su hijo. Cada uno debe buscar las castañas y avanzar.
Aunque sea de una manera más precaria; Adrián (imagen), Alan (mánager) y yo queremos avanzar con lo que tenemos, sin depender de nadie. Luego está el tema de las multinacionales, que te permiten tener más visibilidad y alcanzar más público, pero pierdes como artista. Las exigencias, cláusulas de contrato, porcentajes injustos… Por ahora estoy mejor con un equipo pequeño, pero de confianza, que también tiene su valor emocional.
G.C: Dijiste que le ibas a dar una mayor importancia a música instrumental que a los samples. ¿Cuál es la visión de futuro de Baiuca?
Baiuca: Con Xosé Lois Romero y Alejandra y Andrea Monteiro de ‘Aliboira‘ potenciamos el formato de directo con con banda. Funciona muy bien y a mí me permite mostrar el proyecto de una manera diferente, con más instrumentos orgánicos. Cada vez está más diferenciado el directo mío y de Adrián del que hacemos con la banda, teniendo dos vertientes distintas dependiendo del que demande la ocasión.
En cuanto a los proyectos de futuro, seguirá habiendo conciertos y tengo material nuevo para sacar. Habrá sencillos, temas de Baiuca hechos por otros artistas, un single en portugués… Sobre todo tenemos novedades con respecto al disco anterior. Efectivamente, se reducirán los samples -que estaban ahí por mi gusto por el Hip-Hop, la electrónica y el house- del primero disco y vendrá una vertiente más acústica. Un punto musical más intermedio en comparación con el anterior.