Galicia será el territorio más afectado en España por el abandono de tierras agrícolas de aquí al año 2030. Las cuatro provincias gallegas se sitúan entre las cinco que más porcentaje de terreno agrícola perderán, según datos de un estudio de investigadores del Centro Común de Investigación (Joint Research Centre – JRC) de la Comisión Europea y del Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la Universidad Politécnica de Valencia.

Los resultados de sus análisis revelan que se esperan “importantes procesos de abandono” en Galicia, Asturias Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Murcia y las provincias de Almería, Alicante y Málaga.

“Sobre la base de las expectativas de abandono más altas, es posible distinguir dos grupos claros en España: noroeste y norte, y sureste de España”, resumen los autores del estudio, en el que “se confirma que se espera que Galicia enfrente los mayores desafíos en España”, siendo Lugo la provincia más afectada en todo el Estado, “con casi 80 mil hectáreas de tierra abandonada, seguida de A Coruña y Ourense”.

Lugo, A Coruña y Ourense son «las tres únicas provincias en España amenazadas por el abandono de más de un 30% del área agrícola utilizada»

“Es probable que Galicia, en particular, A Coruña, Lugo y Ourense, se enfrenten al mayor abandono absoluto y relativo de tierras agrícolas, siendo las tres únicas provincias en España amenazadas por el abandono de más del 30% del área agrícola utilizada”, concretan los científicos.

Las cuatro provincias gallegas se sitúan entre las cinco más afectadas en términos porcentuales de abandono sobre el total del área agrícola utilizada, lideradas por Lugo, con el 44,2 %, seguida de A Coruña (41,9 %) y Ourense (30,2 %). En cuarto lugar está Guipúzcoa (29 %) y en el quinto puesto, Pontevedra (25,9 %).

En conjunto, los científicos estiman que en 2030 habrá en toda España aproximadamente 23 millones de hectáreas de tierra agrícola en riesgo potencial de abandono, si bien tres cuartas partes estarán en un nivel de riesgo bajo o muy bajo. De la otra cuarta parte, un 11 % estará en riesgo alto y un 10 % en moderado, mientras que apenas el 0,2 % tendrá un riesgo potencial de abandono muy alto.

En cifras absolutas, calculan en más de 5 millones las hectáreas en grave riesgo de abandono en 2030, mientras que se prevé que el abandono total de la tierra agrícola alcance unos 1,1 millones de hectáreas, lo que representará aproximadamente el 5 % del terreno total. Esta proporción de abandono está muy por encima de los cálculos de la UE (3 %).

De lo que nadie tiene duda es de que “España es el Estado miembro que sufre la peor situación de abandono de tierras”, aunque existen notables diferencias entre territorios, oscilando los cálculos entre el 0,4 % o menos (Sevilla, Huelva y Ceuta) y más del 44 % (Lugo), con un promedio entre todas las provincias superior al 10 %.

ABANDONO EN ÁREAS DE ALTO VALOR NATURAL Y MONTAÑOSAS

En el estudio se analizaron de manera individual las áreas totalmente montañosas, las agrícolas de alto valor natural y los sitios de la Red Natura 2000. Los resultados avisan de más de medio millón de hectáreas nuevas abandonadas de aquí a 2030, casi la mitad del total.

Aunque estiman que estos abandonos se producirán principalmente en “áreas totalmente montañosas, debido a hándicaps naturales y a una mecanización difícil, entre otros factores, que hacen que esas áreas sean menos competitivas”.

En este contexto, se espera que Lugo, Ourense, Teruel, Granada y Almería experimenten el mayor grado de abandono (más de 25.000 ha) debido a la presencia de importantes cadenas montañosas (Macizo Galaico, Ibérico y Bético).

Lugo es la única provincia en España en la que se proyectan más de 25.000 hectáreas de abandono en áreas de alto valor natural  

En España, apuntan, aproximadamente 18 millones de hectáreas están ampliamente cubiertas por áreas de alto valor natural asociadas con la agricultura de baja intensidad, la cual, según los expertos, “contribuye a mantener altos niveles de biodiversidad y hábitats ambientalmente valiosos”.

Los datos muestran que casi el 45% del abandono proyectado (490.000 ha) se encuentra dentro de áreas de tierras de cultivo de alto valor natural. Lugo es la única provincia con más de 25.000 ha de abandono dentro de esas áreas, seguida de Zaragoza, Granada, Asturias, Teruel, Ourense, Valencia, Almería, Huesca y Ávila (de 15.000 a 25.000 ha).

Respecto a la Red Natura 2000, esta está ampliamente distribuida en todo el territorio español, ocupando casi el 30% (aproximadamente 15 millones de ha). El abandono dentro de los sitios Natura 2000 representa 152.000 ha, aproximadamente el 14% del abandono total de la tierra, según los cálculos de estos investigadores.

Con estos resultados, afirman, se confirma que “el riesgo de abandono de la tierra no solo se limita a zonas montañosas, sino que se expande a “otras áreas vulnerables”, fruto de la combinación de diversos factores biofísicos, socioeconómicos y regionales.

Es por ello que avisan de que “el abandono previsto en las áreas de alto valor natural y de la Red Natura 2000 conducirá a una pérdida en la biodiversidad de las tierras agrícolas y a formas más intensivas de agricultura”.

CASO GALLEGO

En el caso de Galicia, señalan diferentes circunstancias para las altas tasas de riesgo de abandono debido a “su topografía montañosa, su posición periférica, predominio de granjas familiares a pequeña escala, la fragmentación de la propiedad, la difícil mecanización, el riesgo de incendios forestales, la intensificación de la agricultura y su declaración como zona desfavorecida en la Directiva 75/268/CEE del Consejo de la Unión Europea”.

Más detalladamente, apuntan que “las limitaciones naturales importantes para la agricultura, debido a su orografía (principalmente el Macizo Galaico), junto con factores socioeconómicos y de estructura agraria desfavorables, también son causas importantes del aumento del riesgo de abandono agrícola en muchas áreas de A Coruña, Lugo y Ourense”.

Los investigadores consideran que se debe prestar “especial atención” a las áreas donde el riesgo moderado, alto y muy alto de abandono está relacionado con variables como “la pendiente del terreno, la baja profundidad del suelo agrícola y drenaje deficiente”.

Galicia perdió cerca de 8.000 hectáreas de cultivo a lo largo de 2019, según datos del Ministerio de Agricultura 

La orografía gallega, “bastante montañosa, podría contribuir a aislar las zonas rurales, obstaculizar las comunicaciones (especialmente en el interior) y caracterizar esas áreas como remotas y poco pobladas”, añaden.

Esta misma semana se conocía que Galicia perdió tierras de cultivo a lo largo de 2019, mientras aumentaron tanto las superficies forestales como los pastos, según datos publicados por el Ministerio de Agricultura del Sistema de Información Geográfica de Parcelas (Sigpac).

De tal forma, las tierras de cultivo descendieron en el territorio gallego en cerca de 8.000 hectáreas el pasado año (hasta un total de 310.854).

LUGO

En el estudio también se hizo un análisis a escala provincial. Para ello se seleccionaron cuatro zonas para ejemplificar áreas afectadas por el abandono con diferentes contextos económicos, ambientales y locales. Las provincias elegidas fueron Murcia, Toledo, Zaragoza y Lugo como zonas representativas del Mediterráneo oriental, el Sistema Central, el Valle del Ebro y Galicia, pues en ellas “se espera que el abandono de la tierra agrícola sea particularmente importante”.

La zona analizada en Lugo es la correspondiente a la meseta y las cadenas montañosas. Territorios donde “el paisaje intercala tierras agrícolas muy diversas junto con bosques frondosos y abundantes áreas con vegetación, principalmente debido a su clima oceánico húmedo”, describen los científicos. Es en esta diversidad geográfica donde encuentran “la combinación de diferentes categorías de riesgo (bajo-moderado-alto) de abandono, siendo considerada un área totalmente en peligro de abandono”, alertan.

A esto añaden una “acumulación de factores biofísicos diseminados en algunos lugares (pendiente superior al 15-30%, baja profundidad del suelo) que podrían aumentar localmente el riesgo de abandono”.

Consideran, además, que se trata de una provincia que se caracteriza por “una baja estabilidad y viabilidad para prevenir el abandono de tierras agrícolas, de acuerdo con las variables económicas y estructurales” de estas.

Los datos se han publicado en la revista científica Sustainability, en un trabajo titulado ‘An Assessment and Spatial Modelling of Agricultural Land Abandonment in Spain (2015–2030)’. Para sus análisis, los investigadores se valieron de la Plataforma de modelos territoriales LUISA, del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, que permite realizar proyecciones futuras regionales y locales de abandono de tierras.