Instaurar como materia en los conservatorios el baile tradicional gallego, poner en marcha ayudas públicas para que los grupos puedan divulgar la danza en el exterior y crear una federación que una a todas las personas del campo en activo. Estas son las tres grandes cuentas pendientes que el bailador y coreógrafo Quique Peón pone arriba de la mesa de cara a mejorar la estima por nuestro patrimonio inmaterial. Se trata, dice él, de construir unos pies de hórreo fuertes que sean capaces de elevar y aguantar toda una estructura artística secular.

La administración y la carencia de reconocimientos institucionales hilaron toda la conferencia que Quique Peón ofreció el pasado martes en el Consello da Cultura Galega, en el marco de la jornada ‘O estado da danza en Galicia’. Además de Quique Peón, otras muchas personas expertas, investigadoras y gestoras se dieron cita también en este espacio de diálogo con el objetivo de analizar la situación de un sector que anda lejos de estar lo suficientemente atendido por parte de las instituciones.

BAILE DESDE LA INFANCIA

Una de las principales propuestas abordadas en el seno de la jornada fue la inclusión de esta disciplina en el sistema educativo, tanto en la enseñanza obligatoria como en el marco universitario. «La danza tradicional debería estar presentísima en la escuela», sentencia Quique Peón. «La juventud debería comenzar los primeros movimientos por el baile tradicional. Está muy bien hablar inglés y hablar español, pero primero tenemos que saber hablar gallego», compara. El baile está tan dentro que incluso cuenta que las crianzas son capaces de aprender la muiñeira en un abrir y cerrar de ojos. «Es innato!».

Para Peón, nuestra danza forma parte de la identidad propia, y entonces, tiene un «valor añadido que no tiene cualquier otra». Por eso, es desde ella desde donde hay que partir para ser capaces de ofrecerle algo diferente al mundo. Según expone, no comprende que en los conservatorios de Galicia no haya aulas obligatorias de danza tradicional. «Desde las instituciones queda mucho que hacer».

LA CREACIÓN DE UN ARCHIVO

Una de las reivindicaciones a las que sería necesario dar pronta respuesta tiene que ver con la creación de un archivo único que recopile todas las recogidas que se hicieron a lo largo de las aldeas del país. Se trata de una propuesta que viene de lejos en el sector. «Mucha gente hicimos un trabajo ingente de recogidas de campo, investigamos por las aldeas y descubrimos grandísimos artistas, bailadores de un nivel alucinante», relata. Esto que «es de todos nosotros» anda distribuído por casas particulares y archivos sueltos en varias instituciones. Hace falta, más pronto que tarde, ponerlo «en común» y ponerlo «en valor».

DE LA MANO DE OTROS LENGUAJES

«Hay espacios para crear sinergias entre danzas?», pregunta el interlocutor de la mesa redonda. «El Centro Coreográfico Galego debería tirar por ahí, esto es, trabajar en la investigación de nuestros movimientos siendo inclusivo con las otros lenguajes», piensa Peón. El trabajo de vanguardia «está por hablar», pero se muestra convencido de que hace falta avanzar en la danza contemporánea para construir una «danza de futuro». «Un pueblo que ya no crea deja de ser pueblo», sentencia. «Debemos mimar la tradición, pero también ir más allá… Neotradición? Danza evoluída? Habrá que buscarle un término».

El debate de la formación y de la situación laboral del profesorado de baile también entró en juego en la conferencia. Desde el público que acudió al acto se criticó que muchos de los maestros y maestras trabajan en negro. Encima de la mesa se puso, entonces, la necesidad de reglar las cuentas de las asociaciones culturales para que los profesionales del baile regularicen sus situaciones laborales. De nuevo, el papel ausente de la administración volvió a salir en la conversación.

Quizás, el reconocimiento del baile tradicional como Bien de Interés Cultural en el que se está trabajando impulse esa implicación pública tan demandada en el sector. «Con esa idea se hace», constata Peón. Por lo de ahora, y aunque el proceso va despacio, ya se incoó el expediente.

MÁS INTERVENCIONES

Además de Quique Peón, durante la jornada ‘O estado da danza en Galicia’ también expusieron sus puntos de vistas otras muchas personas del campo. La investigadora y docente Mercedes Prieto apuntó también la necesidad de que la danza sea una materia más del currículo, que se entienda su capacidad transversal e integradora de esta disciplina. Y fueron Luciano Gómez, director del Conservatorio de Danza de A Coruña, y Manuel Viéites, director de la ESAD, los que desgranaron la necesidad de una Escuela Superior de Danza de Galicia.

Ya por la tarde, el crítico Afonso Becerra trazó un relato cronológico de la danza en Galicia y la gestora cultural Sabela Mendoza abordó los nuevos contextos para las artes del movimiento. La jornada remató con la intervención del director de Agadic, Jacobo Sutil, y la directora de Acción Cultural de la Fundación Cidade da Cultura, María Pereira, que ofrecieron el punto de vista institucional y relataron las acciones que desde la administración se están haciendo en este campo.